domingo, 27 de diciembre de 2009

Variantes del cuerpo romántico


"El mundo está en la mente. El espacio es impensable porque es algo concebido por la mente como el exterior de la mente; algo en lo que la mente está contenida. El espacio es interior porque se experimenta como si fuera exterior."

-Salvador Elizondo (
en Teoría del infierno)


Creo que la figura del "cuerpo romántico" (por llamarle de algún modo al estado de nuestra sensibilidad) es susceptible a los estímulos externos, convirtiéndonos a veces en masas informes con posibles peculiaridades geométricas, según la ocasión. Por ejemplo, podría decir que esta noche me siento cóncava. Sé de un vacío (que se siente); esto fue producto de la observación de una serie de fotografías con un contenido nostálgico. Sentí la saudade de buenos años que ahora se dice que fueron malos; este conflicto hermenéutico, ese intento por recuperar la dignidad mediante la interpretación posterior al accidente (¿No te ha pasado?). Así mismo, la búsqueda de la certeza basada en la corroboración del dato al compararlo con accidentes de las demás personas.

Hay que señalar que el hueco al que se hizo referencia en un principio no puede ser llenado con la misma materia (la saudade ) que lo conforma, porque esto sería entonces convertir la antimateria en la materia. Y eso simplemente no se hace. Pour quoi?

Por otro lado, se puede generar materia que si bien no rellenará la concavidad, creará una nueva escultura. Una variante del cuerpo romántico.

No puedo evitar volver a aludir a Elizondo, en Anapoyésis, donde un científico descubre el potencial energético que guarda la poesía; específicamente ejecutaba una búsqueda de poemas inéditos de Mallarmé que pudieran concebir una masa magnífica de energía. Aquello me hace pensar en una energía que se convierte en materia (materia romántica), porque aquí estamos hablando (bueno, qué va, soy yo la que estoy imaginando cosas)... aquí me refiero a un cuerpo espiritual/sensible. La materia romántica producida en nuestro cuerpo, vigorizante o melancólica, sublime, elocuente, graciosa: cualquiera que sean las propiedades de la energía poética (o artística) se cuajarán en una materia incorporada a nuestro cuerpo romántico...O al menos eso pensé.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Trincheras













"Siempre han habido cholos."
-Manina