lunes, 30 de junio de 2008


I

Toda la noche se contempló a sí misma, inmaculada. Desde niña, había tardes donde se paseaba invisible por la casa. Hubo una tarde memorable, hace años; se sentó en algún bulto de ropa sucia en el pasillo central de su casa, acompañó a las seis de la tarde; asistiendo a cada minuto que refería el reloj digital pseudo moderno de los noventas.

La noche pasada todavía no supo si Todos somos como fantasmas cuando estamos solos, pero entornó los ojos grandes que le miran en el espejo. Su piel aclarada con el baño de luz de la ventana contigua concedió el paso a una belleza desmesurable. Si es hermosa o no en la cotidianeidad, no era una cuestión relevante en momentos como ese. Fue un instante de la madrugada, cuando la soledad y el espejo y las sombras de sus rasgos se fundieron en una tónica de divinidad que a ella misma dejó perpleja. No se sabe qué mas hizo esa noche. Durmió toda la mañana del día siguiente.

domingo, 15 de junio de 2008

Un título se gana

Tal vez no he visto los presuntos placeres terrenales; quizá olvide los nombres de grandes discos y músicos aunque los haya escuchado; igual y me he saltado los grandes clásicos literarios por leer otra cosa. O no soy obsesiva o no soy estudiosa. Puede ser. El no haberte regalado rarezas sofisticadas. Que no haya tomado una buena fotografía. Que no termine mis escritos, ni sepa explicar las cosas. Pero (!) lo unico certero es que así es hasta ahora.

martes, 10 de junio de 2008

Un día todo se fue a la mierda; las sabanas de M. y esas weas; las llaves de papá; las noches de azotea o los paseos al cerro.

Cuando te ví, me dio como risa tu cara de títere. Hace poco ví a esta chica con tus gestos, muy de animala.

De un tiempo acá me perturbó esa manía que tenías de encontrarme lo Loco. Era una idea que yo me guardaba. Son las cuestiones que pienso cuando estoy solo, antes o después de pensar en tí, mujer mala. Así te miento, porque es lo que gustas leer; para luego ponerte mansa y que llores un rato. Lloras tanto. Cómo lloras. Porqué.

La comunicación, ahora merma. Tú sabes. El cable del teléfono y el colchón húmedo. Los palillos chinos; los condones; mis dibujos. To-do-eso (merma).